Los más de 3 minutos de terremoto que sufrimos hace exactamente un mes no sólo nos dejó con pánico, luz ni agua en la Región de Valparaíso, sino también nos arrebató la vida de 16 personas, 1.990 familias quedaron con sus viviendas totalmente destruidas, otras 6.948 con un daño severo y 11.385 con daños menores, además de perjuicios a la infraestructura pública que ya le han costado al Gobierno Regional y central unos 21.314 millones de pesos.
Pese a todo lo que se ha vilipendiado a nivel nacional a su organismo, el director de la Oficina Regional de Emergencia (OREMI), Guillermo de la Maza, asegura que la catástrofe ha sido bien abordada en esta zona, aunque asumió que se han cometido errores y que el sistema es absolutamente “perfectible”, atendiendo que en esta región los efectos del terremoto han sido complejos de percibir, porque fueron más “puertas adentro” que en otros sectores del país.
A cuatro semanas días de la tragedia que aún tiene durmiendo a saltos a muchos, que no se pueden borrar el terremoto, las réplicas ni el pánico que desató la alerta de tsunami del 11 de marzo, De la Maza cree que el siniestro dejará dos lecciones en el ADN nacional: que las personas y la comunidad deben asumir que en un primer momento deben estar preparadas para valerse por sí mismas ante una catástrofe; y que la prevención será tema primordial en la toma de decisiones familiar, social e institucional de aquí en adelante. Ojalá así sea.
–Guillermo de la Maza defiende los simulacros
Nota publicada del 27 de marzo de 2010
Este terremoto había sido pronosticado el año 2007, pero todo lo que causa inseguridad y miedo se ignora y aquí están las consecuencias. Con la excusa de que los sismos no se pueden predecir obviamos el tema y no lo enfrentamos como se debiera. Aprendamos de los errores!