«Comentando con unos compañeros en el recreo la situación, recordamos que nunca, en los seis años que llevamos en el colegio nos pasaron el Golpe de Estado (donde, paradójicamente, murió un Presidente Institutano). Es decir, haciendo el experimento que yo sólo sepa lo que me han pasado en el colegio y nada más, no sabría quién fue Augusto Pinochet en la historia de Chile. Repito: Cuarto medio humanista en el mejor colegio de Chile”, decía Benjamín González.
El joven apuntaba a un hecho muy cierto. En el Instituto Nacional, han estudiado 18 Presidentes de la República y, por lo menos, dos de ellos, han terminado suicidados luego de graves crisis institucionales y enormes tragedias humanas. También es cierto que la educación chilena no ha sabido abordar un tema tan importante para las últimas generaciones.
Lo tradicional es que el relato de la crisis institucional, el Golpe de Estado y los sucesos vividos en la Dictadura Militar, se haya traspasado, casi en forma oral, a través de las generaciones. Sin embargo, también se trasladaron las visiones unilaterales del conflicto político, económico y social de Chile, con el que los chilenos han seguido viviendo después de más de cuatro décadas.
El libro “Historia del 11 de septiembre de 1973” pretende responderle a Benjamín González lo que él reclama que no recibió de sus profesores. Sin embargo, no sólo es una respuesta al joven institutano, sino a todos los jóvenes de Chile –y a todos los chilenos- que se interesan por la historia del país y que quieren conocer lo sucedido en el pasado, para poder entender el presente y avizorar mejor el futuro del país.
Los hechos del 11 de septiembre tienen ya cuatro décadas de reposo, tiempo más que suficiente para encontrar explicaciones sobre los sucesos que conmovieron, y que, lamentablemente, siguen conmoviendo, profundamente a Chile.
Uno de los autores de la investigación y el libro, el historiador y periodista Roberto Silva Bijit, dice que “han pasado 40 años de ese 11 de septiembre de 1973 y las miradas sobre ese día y sus consecuencias, siguen siendo blancas o negras, casi sin matices. Allende y Pinochet fueron demonios o santos, pero nadie nos dice que ambos eran personas que –de una u otra manera- querían lo mejor para Chile”.
El libro “Historia del 11 de septiembre de 1973” da cuenta del escenario y los hechos que llevaron al país a la enorme crisis, pero también hurga en los aspectos humanos de sus protagonistas. Uno de los capítulos aborda las similitudes de los suicidios de José Manuel Balmaceda y de Salvador Allende. Ambos, sin tener otras razones para determinar dejar sus vidas por mano propia, fueron víctimas de la lucha política, cuando ésta desbordó sus márgenes.
“En ambos casos –dice Roberto Silva Bijit- los presidentes se suicidaron principalmente porque no pudieron seguir dándole gobernabilidad al país, es decir, no pudieron seguir gobernando Chile debido a que los partidos y los políticos de oposición se lo impidieron. En el caso de Allende fue peor, porque hasta sus propios partidos contribuyeron a que no pudiera seguir gobernando…Balmaceda y Allende son víctimas de los políticos, que no fueron capaces de ponerse de acuerdo para seguir gobernando”.
El aserto final no es una frase dicha al azar. Es el resultado de una larga investigación donde cada una de las fuentes confirma lo dicho. También lo hace el repaso histórico de los antecedentes, pues el libro “Historia del 11 de septiembre de 1973” hurga más allá de los sucesos finales y busca la razón de los desencuentros, incluso desde los inicios de la República, haciendo hincapié en algunos tramos de nuestra historia que dan señas de la futura crisis.
Entre ellos, la configuración de los tres tercios electorales; el condicionamiento del derecho de propiedad; la opción de la vía armada en la política: la llegada de la desconfianza y la violencia; y la lenta pero progresiva aparición de los militares en el escenario político nacional; la rotunda división entre los chilenos; y la aparición de actores ajenos a nuestro quehacer –los servicios de inteligencia y gobiernos extranjeros- que agravaron interesadamente aún más la situación.
El libro “Historia del 11 de septiembre de 1973” también da cuenta de las señales previas al Golpe; de la desconcertante madrugada del Once y relata, minuto a minuto, cada uno de los instantes del día en que Chile se trasformó completamente, con toda la brutalidad y la emoción que tuvo esa jornada, que terminó con el Presidente de la República muerto, por su propia mano, en una pieza del Palacio de Gobierno, destruido por los rockets de la aviación.
Sin embargo, la investigación histórica no termina allí. El libro cuenta, también, cómo informaron de los sucesos los diarios de provincia; y el rol que le cupo a la prensa en agudizar las tensiones políticas y sociales, en vez de ponerlas en su justa medida. También hay testimonios -emotivos, duros, alegres, tristes- que dan cuenta del quiebre emocional de Chile. Están las historias de los que lloraron la derrota y de los que celebraron con champaña y banderas la destrucción de la democracia, culpa que ya es tiempo de ser asumida por todos.
La mayor parte de los chilenos que no vivieron el Once tiene una visión personal de los sucesos de esa jornada, a partir de la posición que tenían sus padres en esos momentos de blanco o negro. Por lo que las posiciones de las generaciones posteriores al Golpe están determinadas, por lo que han podido conseguir de esas miradas en pro o en contra de los hechos. El libro “Historia del 11 de septiembre de 1973” pretende ser un texto que en conjunto les permita explicarse por sí mismos los acontecimientos, revisar documentos testimonios de la época y alcanzar una mirada propia.
Roberto Silva Bijit dice que el objetivo del libro “Historia del 11 de septiembre de 1973” es contribuir “a que cuarenta generaciones de egresados chilenos –no sólo del Instituto Nacional- se expliquen lo que ocurrió en el país, lo que pasó ese martes 11 de septiembre, que finalmente les cambió sus vidas. Queremos que muchos compatriotas encuentren aquí las respuestas más cercanas a la verdad sobre lo que nos sucedió el Once, por qué nos ocurrió y quiénes son sus responsables principales. Nos gustaría que esas familias que se dividieron por tener miradas contrapuestas, puedan encontrarse a través del conocimiento objetivo que nos ofrece la disciplina de la Historia”.
Todos los que escribieron el libro “Historia del 11 de septiembre de 1973”, Roberto Silva Bijit, Daniel Avendaño Caneo, Claudio Espejo Bórquez y Miguel Núñez Mercado -que está definido como “no apto para irreconciliables”-pretenden que sea un texto que ayude a entender nuestra historia, a comprender a sus personajes, a recoger lecciones para que los errores no vuelvan a repetirse, y que los chilenos podamos mirar con optimismo y alegría el futuro democrático del país.
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