¿Cuánto vale el patrimonio para la sociedad? Esa fue una de las preguntas clave del estudio realizado por la profesora Lorena Herrera, MSc y Ph.D en Ingeniería y Planificación en Transporte de la Universidad de Leeds, Inglaterra, cuyo trabajo fue encargado por el gobierno regional.
La investigación implicó el análisis de 10 ascensores: Artillería, Concepción, Cordillera, Espíritu Santo, Florida, Larraín, Lecheros, Mariposas, Monjas y Villaseca.
Herrera explicó que el objetivo central del estudio consistió en “desarrollar la evaluación social y privada de los ascensores de Valparaíso con el fin de entregar a las autoridades una herramienta que le permitiera tomar una decisión respecto a si resulta socialmente rentable la adquisición de uno o más de los ascensores privados señalados”.
Según el estudio, la adquisición y reparación de los 10 ascensores en forma conjunta resulta socialmente rentable así como también sólo cuatro de ellos en forma individual.
Por su parte, la docente señaló que entre las estrategias a considerar para atraer a los usuarios a viajar en los ascensores, está el desarrollo de las estaciones y el uso de los espacios del entorno; además de potenciar su uso a través de pasajes diferenciados (turistas o residentes)
La conferencia -“Metodología para la Evaluación Social del Patrimonio: el Caso de los Ascensores de Valparaíso”-fue convocada por la escuela de Ingeniería Comercial de la PUCV y la e[ad] y reunió a docentes, estudiantes, representantes de la municipalidad de Valparaíso, la Seremi de Vivienda y Urbanismo de Valparaíso, el PRDUV y representantes de organizaciones como Ciudadanos por Valparaíso.
El Método de Valorización
El “método del valor contingente” fue el utilizado para establecer el valor social del patrimonio en esta investigación. Al ser el patrimonio un intangible ajeno a la transacción del mercado, el método propone “generar un mercado imaginario, contingente, de esa transacción de bien o servicio” y es “la comunidad quien señala el valor social de un bien y servicio no transable en el mercado”.
Este método plantea que esa valoración es posible estimarla a partir de encuestas y, en este caso, un censo. El número de encuestas válidas alcanzó a 363, lo que permitió un 90% de confianza de los resultados; y fueron realizadas en 5 ascensores en funcionamiento y durante el horario de funcionamiento. Cabe señalar que los ascensores fueron categorizados en: usuarios residentes; usuarios turistas y potenciales usuarios.
Resultados
Para la obtención de los resultados del valor social del patrimonio se confeccionó un modelo explicativo de la disposición a pagar (boleto) de los usuarios de los ascensores, en la que se consideró la variable socio-demográfica, de uso de patrimonio y de valoración.
Los tres tipos de usuarios consideran como “seguro” -en términos físicos- el uso de los ascensores, siendo sólo los usuarios residentes quienes sólo castigan su uso por motivos de “confianza”, ya que el funcionamiento de los ascensores es irregular dado su constante mantención.
Los turistas destacan más su valor patrimonial y los residentes lo castigan dado el alto costo de sus pasajes, siendo, en ocasiones superior al pasaje de un taxi-colectivo.
Uno de los puntos críticos de la investigación dice relación al costo de la adquisición del ascensor v/s el costo considerado en su recuperación/restauración; siendo en ocasiones superior al costo de la adquisición (lo dobla).
Por lo mismo, entre los resultados de la investigación se destaca que “el valor de los ascensores de Valparaíso radica por lejos en su valor patrimonial y no como medio de transporte” y que “la rentabilidad social del conjunto de ascensores resulta sensible a los costos de adquisición y reparación de los mismos”.
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