Cuando todavía no acontece la Jura de Mariano Rajoy ante su majestad don Juan Carlos I, el Instituto Cervantes hace un guiño a la centro izquierda chilena y latinoamericana, y entrega el premio Cervantes al (¿anti?) poeta Nicanor Parra. Este merecido galardón recibido por este también profesor de física con estudios en cosmología, es acogido en nuestro país en un ambiente de celebraciones y conflictos sociales. Este año otro resultado de los Parra, “Violeta se fue a los cielos” alcanza un premio en el festival de Huelva. Quizás en abril de 2012 cuando don Nicanor reciba el Cervantes, entre aplausos y vítores madrileños, los estudiantes y las batucadas seguirán marchando por la Alameda.
Cabe esperar no sin cierto pudor la reacción del antipoeta cuando se reúna con el presidente de la república. Recordemos que en la exposición en el CCPLM, “Obras Públicas” en 2006, el mismísimo presidente Aylwin colgaba ahorcado con otros ilustres próceres de nuestra historia. Nicanor Parra, hábil como es, tituló esa instalación: “El pago de Chile”. Demostraba con aquello su extraordinaria capacidad de abrir el espacio a la crítica social, siempre con altura y dignidad, pero al mismo tiempo se protegía con un manto de alusión y elusión tan amplio que nadie puede sanamente discutir, pero donde alcanza a tantos se diluye su efecto particular, no obstante quedando si instalada la inquietud general.
El galardón venía precedido por múltiples esfuerzos para reubicar a Chile en el areópago cervantino, en el que don Nicanor será simbólicamente recibido por Gonzalo Rojas y Jorge Edwards, él es el tercer chileno en recibirlo. En la ceremonia sus antecesores vistieron chaqué como manda el protocolo, ¿Nicanor se ataviará así?. Ya hay un antecedente. Gonzalo Rojas hizo un quiebre, tocó su cabeza con su habitual boina negra. Otro chileno destacado en el mundo, Roberto Matta, dijo en el Louvre ante el presidente Frei Ruiz-Tagle, la palabra “poto”. ¿Qué va a decir don Nicanor? Aunque se confiesa agnóstico, diremos por ahora: solo Dios sabe. Para muestra muchos botones, ¿cuántos periodistas se han quedado toda la tarde esperando que su merced los reciba, a la vera de su casa de Las Cruces?. Los trabajos de sucesivos gobiernos y de la comunidad literaria en general, rindieron sus frutos, incluida la edición de su obra “Parranda larga” lanzada en marzo 2010, coincidiendo con el V Congreso de la Lengua Española que se realizaría en la Universidad Santa María.
Bien por Chile, bien por la palabra que se piensa a si misma, bien por el alma de Chile, bien por Nicanor Parra. Su obra libresca es muy conocida, por ello nos permitimos pedir que se reediten y se lean y distribuyan sus “Artefactos”, que no son libros, son piezas poético-gráficas orientadas a generar pensamiento crítico, y ojalá metacognitivo, ese esfuerzo editorial sería un verdadero aporte cultural. Tarea para el Gobierno y sus instituciones culturales. Don Nicanor llegó para quedarse en la historia de Chile y del mundo, porque a decir del jurado: “enriqueció de forma notable el patrimonio literario en lengua española”, y tal como lo señalara Carmen Caffarel, “él es el responsable de que, para muchos, cambiase definitivamente la manera de leer poesía durante el siglo XX”.
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