Desde los primeros pasos emprendedores de Steve Jobs, su carácter innovador, pasión por la tecnología y clara intención de acercarla a las personas, era patente. A fines de los 70, cuando visitó el Centro de Investigaciones de Xerox en Palo Alto, California, donde se estaba investigando el uso de dispositivos de interacción hombre-máquina y nuevas interfaces gráficas, Jobs tuvo la certeza de que la “gestualidad humana” iba a ser la forma de comunicarse con el contenidos y los dispositivos digitales en el futuro.
30 años después, cuando la tecnología touch ya se ha masificado en múltiples productos como el IPad o el IPhone, se puede distinguir lo visionario de su pensamiento, y también la magnitud del esfuerzo, por llevar adelante la implementación de esas tecnologías en productos de consumo masivo.
A diferencia de otros directores ejecutivos y líderes tecnológicos como los de Microsoft o Google, Steve Jobs no sólo logró innovar en productos y servicios, sino que bajo su influencia, Apple redefinió una serie de industrias: la de los computadores personales, la de distribución y reproducción de música, la de dispositivos celulares, entre otros. Steve Jobs influía con sus decisiones en muchos aspectos de la empresa, desde las interfaces gráficas hasta las carcasas, desde el packaging del producto al software, desde cómo fusionarse con otras empresas a decisiones de producción: el estilo de Jobs era transversal y directo respecto a la toma de decisiones al frente de la empresa a la cual dedicó su vida.
Al igual que otros grandes innovadores de la historia, como Leonardo Da Vinci, Jobs siempre estuvo consciente y seguro que la integración de lo artístico-estético con lo funcional y tecnológico era apostar por una innovación en 360 grados, una innovación de alto riesgo, pero con la capacidad de llevar la experiencia de los usuarios a nuevos escenarios de significación.
Muchos se preguntarán hoy cuál es el desafío de Apple tras la partida del alma de la compañía, en ese sentido, probablemente la empresa buscará seguir liderando el desarrollo de soluciones en mercados competitivos, para lo cual deberá fortalecer equipos y procesos al interior de la empresa, capaces de continuar con la filosofía de cambiar constantemente, innovar, romper paradigmas. Obviamente uno tiende a creer que aquellos que trabajaron de cerca con Steve Jobs, serán los más fieles en seguir sus pasos y legado, pero no me cabe duda que sus creaciones y pensamientos han quedado para la posteridad y para influenciar a muchas personas.
Es probable que más pronto que tarde van a aparecer en la escena personas capaces de seguir imaginando y trabajando por el futuro de la tecnología que usamos cotidianamente, capaces de pensar diferente y seguros de que ante la incertidumbre hay que creer en lo que dicta la intuición.
Dejar una contestacion