La comedia romántica es un género que ha sido explotado hasta la saciedad por la industria del cine estadounidense; la cual, sin embargo, insiste reiteradamente en nuevos intentos, cuya novedad ya no radica en los poco novedosos guiones, sino en las actuaciones que refrescan este aparentemente seco manantial.
Esto ocurre nuevamente con “Amigos con Beneficios” (2011), dirigida, escrita y producida por Will Gluck; el cual había dirigido anteriormente dos largometrajes: “Vamos a las Chicas” (2009) y “Rumores y Mentiras” (2010), que ratifican su vocación por este tipo de comedia tan característica del cine del país del norte: simplona, predecible y con personajes bastante esquemáticos. En este filme el mejor ejemplo es Tommy (Woody Harrelson), un homosexual burdo e irrelevante.
En este caso, la historia encuentra a dos exitosos profesionales, un editor de revista californiano, Dylan (Justin Timberlake); y una cazatalentos neoyorquina, Jamie (Mila Kunis), que vienen saliendo de rompimientos sentimentales y que juran que no se volverán a involucrar con una pareja, para evitar sufrimientos mayores.
Precisamente Jamie convence a Dylan a dejar Los Angeles para aceptar un trabajo en Nueva York, iniciándose una simpática amistad entre ellos que, como decíamos, se sustenta en el buen trabajo de estos dos jóvenes actores, que además se encuentran de moda entre las nuevas promociones de intérpretes.
Lo más original, en términos de la trama, ocurre cuando deciden tener sexo casi como un deporte, manteniendo la amistad, como en la época de los hippies, como se señala reiteradamente en la cinta. El problema es que, como era de esperar en una comedia romántica tradicional, se enamoran, no lo quieren admitir, se pelean, para finalmente culminar con una final feliz, al mejor estilo hollywoodense.
El telón de fondo obvio son las familias de cada uno de ellos: Lorna (Patricia Clarkson), la alocada madre de Jamie; Mr. Harper (Richard Jenkins), el padre de Dylan, con Alzheimer pero igual sabio; su comprometida hermana Annie (Jenna Elfman), que los aconsejan para luchar y persistir; y no perder a la encarnación del viejo concepto del “príncipe azul”.
Excelente