Movilizaciones Estudiantiles: ¿qué pasará el segundo semestre?

Gustavo GómezEl ministro Joaquín Lavín ha sido emplazado a dar respuesta a las demandas educacionales emitidas desde la Confech siendo expuesto a la opinión pública: como correlato del movimiento estudiantil y de su obtusa postura mediática el área educacional ha descendido 16 puntos porcentuales en la última encuesta Adimark. Las respuestas del ministro se han reducido a dos misivas, que más que respuestas concretas han sido una promulgación de buenas intenciones que no han satisfecho en absoluto a los demandantes.

Por su parte, varios rectores de las Universidades Tradicionales han apoyado las demandas estudiantiles: el titular de la Usach y presidente del Consorcio de Universidades Estatales, Juan Manuel Zolezzi, junto a otros rectores han marchado por las calles de nuestro país acompañando a dirigentes universitarios.

Las movilizaciones convocadas por la Confech se iniciaron en la última semana de abril, aglomerando a estudiantes a lo largo de todo Chile. Este tráfico de estudiantes por las calles ha ido en ascenso existiendo cerca de una decena de Universidades en toma. Este ascenso no deja de ser preocupante: las intempestivas tomas pueden traer como principales consecuencia el desgaste apresurado de los estudiantes y el traslado del adversario político desde el gobierno a los rectores. Así por ejemplo, vemos como el debate en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha confrontado a sus dirigentes estudiantiles con su rector, colocando en segundo plano la lucha central frente al Gobierno.

Las eventuales complacencias a la demandas de la Confech se deberán plasmar en acuerdos políticos manifestadas en ley de la República: el aumento del Gasto público en Educación Superior o el Fondo de Revitalización de las Universidades Estatales, deberá ser objeto de una discusión parlamentaria, en efecto, el aumento del gasto público debe ser incorporado en la Ley de Presupuesto del 2012. Aún más. El último Mensaje Presidencial se anunció el ingreso para el segundo semestre de este año tres proyectos: Subsecretaría de Educación Superior, aumento del Aporte Fiscal Indirecto y su entrega directa a los estudiantes; y reprogramación de las deudas del Fondo Solidario.

El inevitable desgaste del movimiento estudiantil originado en la apresurada radicalización del mismo, genera la sospecha de una inexistencia de fuerza movilizante para el segundo semestre (y finales del segundo semestre), tiempo en que se llevará a cabo la mencionada discusión parlamentaria.

Es necesario contar con el apoyo político de los rectores de nuestras Universidades y de capacidad de aglomeración para así producir la presión necesaria y, en consecuencia, que nuestras demandas se traduzcan en resultados palpables y medibles. La movilización debe continuar durante todo el año manteniendo una perspectiva nacional, de unidad y ampliación, incluyendo a docentes, funcionarios y secundarios, e incluso generando puentes de diálogo con los estudiantes de Instituciones Superiores privadas.

En este segundo semestre la interlocución entre estudiantes y gobierno se trasladará indefectiblemente a una interlocución entre gobierno y parlamento, y debemos tener la fuerza necesaria para hacer actor relevante en este nuevo escenario.

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