Si usted va a comprarse un café mocha, tamaño alto, en el flamante local de Boulevard Marina Arauco, le cobrarán lo mismo que en el café ubicado en avenida San Martín: 300 pesos más que en cualquiera de los locales de Santiago, es decir, un 15 % más. Pero si se le ocurre acompañarlo de un pie de berries al nouga -que en la capital vale 1.900 pesos- en la Ciudad Jardín pagará 2.350 pesos, es decir, un 24 % más.
Desde la agencia que está a cargo de las comunicaciones de Starbucks en nuestro país, nos indicaron que los precios en Viña del Mar se encarecen por las variables de logística y almacenamiento, «los productos se elaboran cada día y se mandan desde Santiago», dijeron. Si bien eso podría llevar a entender la variación en pasteles (como se aprecia en la fotografía), difícilmente justifica el alza en los bebestibles que suelen ser el núcleo del negocio de Starbucks.
Generalmente las empresas que cuentan con sucursales a lo largo del país suelen mantener sus precios. Lo cierto es que si Starbucks se ciñera a los costos de producción que involucra cada local, en Santiago también deberían variar los precios pues un arriendo varía notablemente dependiendo de la comuna y la cantidad de metros cuadrados del inmueble. Sin embargo, eso no pasa. Claro, salvo en la provincia.
que estafa mas grande para la gente de provincia