– ¿Cómo fue cuando lo detuvieron en Brasil?
«Ahí fue un poco drama, porque ya esperábamos no tener más historias de estas. No tuvimos mucha comunicación antes de eso con él. Luego de esa foto que envío y cuando encontramos la forma de informarle que nuestra madre había muerto el año 98, pasamos a un receso comunicacional. Para nosotros era igual a tranquilidad y cuando nos encontramos con el tema de que es detenido, se complica un poco la cosa. No por las consecuencias, no era extraño porque Mauricio tenía dos perpetuas acá, era como otro accidente de trabajo. El tema era allá en Brasil, por la lejanía, por la complicación que se establecía por las visitas, había que ponerse en campaña económica. Los hermanos teníamos nuestras propias vidas y de repente tuvimos que retomar lo del pasado, el objetivo de estar cerca de él y traerlo a Chile. Él fue trasladado sin que se le avisara ni a la familia ni a su abogado, nos enteramos por la prensa que lo habían cambiado de penal, cosa que ha ocurrido de igual manera en los otros cuatro penales donde ha estado en Brasil».
¿Cómo es el Régimen Carcelario Disciplinario Diferencial?
«Es un régimen de castigo, que es condenado de manera internacional y por la Constitución brasilera, pese a que en algunos Estados aún se mantiene. Cuando Mauri cayó en ese régimen, me documenté respecto a qué significaba estar aislado y me acerqué a lo que pasa en Chile respecto a esto. Acá hay un reglamento que habla de días, allá son años».
Pese a esto, en la entrevista de Chilevisión, Mauricio se veía como una persona cuerda, mesurada.
«En ese penal se han suicidado varios presos y el tratamiento de los dolores de cabeza, propios del encierro, son tratados a punta de diazepan. La fortaleza que tenemos cada uno de nosotros para sobrellevar este tipo de situaciones, en el caso de él, está súper puesta a prueba. Lo que no quiere decir que él sea un súper, sino que con los valores, la estabilidad emocional y la tranquilidad de saber lo que hizo, de ver lo que hizo y por qué lo hizo. Eso le da la tranquilidad para soportar eso y muchas cosas más, el tema de las culpas es importante en estos casos».
Ir a Brasil tiene un costo económico para cualquier familia
Ir de vez en cuando da lo mismo, pero si no vamos nosotros, no va nadie. Entonces él no sabe nada, no conversa con nadie. Ese es un castigo que Brasil le impone a él y que nosotros como familia no se lo queremos imponer. Durante todos estos años hemos hecho los esfuerzos, con los amigos cercanos, de hacer actividades derechamente para juntar fondos. Hay amigos que permanentemente están haciendo su colaboración. No es solamente ir a verlo, sino que hay que mantener a un abogado para que vea sus cosas. Ha sido dificultoso sostener esta permanente comunicación durante estos ochos años».
¿Cuánto gasta en mantener todo esto?
«Tratamos de ir cada dos meses, además de lo que uno deja de ganar por estar aquí, yo creo que bordea el millón de pesos, más el abogado cuando tiene que viajar internamente y que a veces es más caro que viajar desde acá. Todo depende de dónde esté, al parecer ahora está en un penal cerca de la frontera con Bolivia, se nos aleja harto».
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