Los parámetros médicos internacionales establecen que una persona tiene las condiciones óptimas para desplegar todo su potencial físico e intelectual cuando el ambiente está a 18º Celsius y la humedad llega a 60%. La cantidad de horas que una zona está en esos niveles permite configurar un cuadro de bienestar fisiológico de su población. Y el Instituto Geográfico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso lo midió en la región.
Viña del Mar y Valparaíso fueron las comunas continentales con mayor cantidad de horas en ese estándar: 5.922 horas por año, muy por sobre las vecinas y del interior, siendo sólo superada por el Archipiélago de Juan Fernández, que alcanzó 6.629 horas de un máximo de 8.784 horas que tiene el año.
Las mejores épocas en la intercomuna son el verano (2.014 horas) y el otoño (1.425), condiciones que en cualquier caso son mejores que las que sufren quienes viven en el valle central, que deben habituarse a lidiar con 32º en el estío y 6º y 80% de humedad invernal.
“En el primer caso la persona sufre calor bochorno y en el segundo un bienestar relativo fresco o también conocido como frío polar”, explica el geógrafo del instituto, Sergio Erazo.
Los estudios del instituto van más allá y advierten que quienes gozan de las mejores condiciones viven en Recreo, donde las temperaturas no bajan nunca de los 0º, como sí ocurre en Reñaca Bajo o el centro, “que capta mucho aire frío desde Quilpué a través del estero Marga Marga. Por eso los sitios más fríos son Chorrillos y El Salto, que tienen 2º menos que el centro. Pero el Plan no es el mejor sitio para vivir. Santa Inés o Forestal tienen mejores temperaturas invernales, con hasta 4º de diferencia”, precisa el especialista.
De todas formas lo peor en esta parte de la región está en Quilpué y Villa Alemana, que registran hasta 6º menos que Viña.
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